viernes, 5 de diciembre de 2008

Rive Gauche












Imagénes escaneadas de un H&G de 1.986 que un blogger americano ha tenido la bondad de compartirlos en internet.

Hablar de París sin caer en los tópicos mas comerciales es muy dificil. Así que yo voy a abusar de lo más tópico para decir que París es una ciudad maravillosa. Es la ciudad epata-catetos, como yo, la ville lumiere. Mas ahora con la iluminacion de navidad. Los campos “elípseos” (así los llama otro famoso blogger lomanista) parecen la tapa de la caja de una famosa marca de bombones, muy popular entre los turistas, que los compran de souvenir. Los árboles están adornados con unas gotas o lágrimas azul claro que van cayendo. Me gustaban mas la place Vendome y la rue de Castiglione con la decoración que tenían el año pasado, con unas arañas y apliques gigantes como palaciegos, un poco cursilones y hechas con papel de burbujas de plastico. Algo taky, pero muy divertido. Este año han hecho una especie de adornos abstractos como si fueran un batiburrillo cubista, mas modernos y pretenciosos. No me gustan tanto. El village place Madeleine es en blanco y negro, con arboles de navidad completamente negros. La torre Eiffel parece un espectro en azul pavo real, muy tenue y por la noche apenas se ve. Pero es muy elegante. Llevaba ya varios años con una iluminación muy espectacular, un poco Las Vegas, con luces que se encendian y apagaban constantemente. Los mas rancios debieron poner el grito en el cielo y para este año parece se han inspirado en el azul imperio de los apartamentos de Napoleon en Malmaison y Fontainebleau. Desde el Trocadero es más fea, porque aparece la bandera de la UE. El Georges V y el Plaza Athenée repiten decoración en rojo, con millones de pequeñas bombillas rojas en guirnaldas y árboles y rameados en las puertas y ventanas. De las vecinas boutiques de Av. Montaigne apenas puedo acordarme, pero me divierte pensar en las docenas de locas escaparatistas devanándose los sesos por ver quien hace el escaparate mas cool. Del escaparate de Hermés en el Faubourg, uno de los hitos de cualquier petardo paseante por París, no puedo decir nada porque aún no estaba instalado.
Y para no defraudar a mis seguidores, que crean que me he quedado como un turista embobado y con la boca abierta mirando las luces de las calles y los escaparates lujosos, me meto ya en mi mundo de vanidades, pretensiones y delirios de grandeza:
En otra visita a París esta primavera me tocó la muerte de Yves Saint-Laurent. Recordando que casualmente estaba en Londres hace 10 años cuando murió la cursi de Lady Di, y para no ser menos petardo me acerqué hasta la rue de Babylone, compré unas flores en la tiendecita de la que es socia Victoire de Castellane y dejé un ramito en la puerta de casa de Yves. No era el primer pedorro a la que se le había ocurrido esto y ya había un grupito que repetíamos el consternado panorama de las rejas de Buckingham Palace. Salí corriendo claro, no fuera que me viera alguien.
Ya han comenzado las visitas privadas a la casa de Yves.
Los grupos elegantes (entiendase Ornano, Elkann, Al-Fayed, Abramovich, Botín, Koplowitz…) pueden ver la casa durante una hora y media y pueden verlo todo. Según vas bajando de categoría te reducen el tiempo de visita y el itinerario. Cuando vacíen la casa se montará un preview de la subasta en el Grand Palais, creo que a finales de enero. Se estima que el primer fin de semana de la exposición haya colas de 500.000 personas, sí, 500.000!!!!!!! Para ordenar un poco las colas, se dará acceso preferente a los que compren el catálogo, de 6 tomos y a 200 €. Ya podeis comprar online el catalogo y así haceros con un pase vip para la exposición y no tener que aguantar las colas…. Se estima que la subasta recaude 200 o 300 millones de euros, pero hay cosas que no estarán, como el Goya único de un niño con un perrito, que se ha donado al Louvre como pago de impuestos.
Como el Sr. X, que tiene un apartamento de 12 balcones en la Av Foch, o la divorciada Sra X y su Hotel Particuliere dando a Monceau (en las X podeis poder Botin, Koplowitz u Ortega, a vuestro gusto) , cada vez más españoles tienen casa en París, aunque no sean tan X. Ya entro en los esnobismos y delirios de grandeza que tanto me gustan. Yo, que no tengo no donde caerme muerto en Madrid, me gustaría mucho tener casa en París. Voy tres o cuatro veces al año, y por suerte tengo bastantes amigos con casa (y que además la prestan, cosa que no hace todo el mundo). Un piso en París es casi mas barato que en Madrid. Y un fin de semana en París no tiene nada que ver con uno en Madrid. En París, en cualquier salón de té o restaurante (saliéndonos de los circuitos turísticos, claro) se come fenomenal, está muy bien conservado y decorado y, proporcionalmente, es más barato que Madrid. En cualquier PAU inhóspito de los alrededores de Madrid, como Sanchinarro o Valdebernardo se venden “pisos de lujo” por 400.000 € . En los barrios que antes eran humildes como Cuatro Caminos, Carabanchel o Embajadores, no se encuentran mas que zulos, mas caros todavía. El lujo del que hablan es un portal de mármol bidasoa, un baño de mármol travertino y puertas interiores forradas de sapeli oregón. En París por 400.000 € te puedes comprar un pied-a-terre ideal y mas grande o pequeño, en casi cualquier barrio. Rancio y carca como Neuilly o progres y grunges como el Marais o Saint-Germain. Hay docenas de zonas elegantes: la avenida Foch, el parque Monceau, el boulevard Suchet, el parque de la Muette, con casas impecables antiguas o modernas. O zonas pintorescas y con vistas, como Montmartre, los quais, o los alrededores del Trocadero. Ni que decir tiene que cuando sales de tu “piso de lujo” en Carabanchel o Sanchinarro, te puedes pegar un tiro. Aunque lo mismo se puede decir de casi todos los barrios modernos, e incluso muchos de los antiguos. No entiendo como podemos haber destruído tanto nuestro patrimonio. Ni os cuento como son de acogedores y monos los salones de té y patisseries o las brasseries de Fuenlabrada, con el suelo lleno de cáscaras de gambas, humo, gritos y la televisión a todo volumen, con Belen Esteban, el Real Madrid o la Libertad Digital….Y la variedad y calidad de flores de las floristerias, la cantidad de librerías, de kioskos con prensa extranjera, de tiendas de delicatessen, de tiendas de segunda mano, de verduras biologicas...
Precisamente en Carabanchel tuvo su palacio, Vista Alegre, cuando volvió de París, Eugenia de Montijo. En la copla chauvinista le decían “Eugenia de Montijo, que pena, pena, que te vayas de España para ser reina…”. Yo creo que los que cantaban esa copla nunca habían estado en el apartamento de Eugenia en el Louvre (una de las habitaciónes mas bonitas del mundo). Me imagino a todas las primas del pueblo de Eugenia, cuando venían de Castilleja de la Cuesta para ver a la prima Eugenia y las recibía en ese salón que es el epítome del segundo imperio, en dorados y terciopelos rojos. Dirían “sí, sí, que pena, pena, que no me haya tocado a mí”. Yo creo que si la gente hubiera viajado un poco más, tendría mejor gusto, y cuando un promotor dijera que vende un piso de lujo, le tirarían piedras a la cara. Y además no nos habríamos cargado nuestros pueblos y ciudades.
Precisamente Carabanchel era uno de los pueblos pintorescos de los alrededores de Madrid, con varios palacios de la aristocracia y la burguesía. Ahora, ha desaparecido todo ese entorno rural y aristocrático para llenarlo de pisos para gente trabajadora primero y “pisos de lujo” ahora.
España es un país realmente cutre, cutre, y feo, feo; porque hasta los barrios mas elegantes en origen, como la Castellana o el barrio de Salamanca, se han destruido para hacer horrores como las torres de Colón o esos edificios de oficinas y pisos tan vulgares y de tan mala calidad, en la mayoría de los casos, de Serrano y Velazquez. Y eso que estamos hablando de lo mejor y más caro de Madrid. Pero no resiste la comparación con cualquier casita de vecinos de clase media de París. Los portales están impecables de conservación y limpios, las terrazas y ventanas no están alicatadas en aluminio dorado y cerradas como a cada vecino le da la gana, no hay ropa tendida en las ventanas ni aparatos de aire acondicionado ni trasteros de aluminio en los balcones, no se han cargado las carpinterias de hierro y acero de los portales de las casas modernas de los años cincuenta o setenta…
El mejor ejemplo de lo que en Madrid ahora se considera lujo son las casas que dos familias ricas se han construído en barrios caros. Una es la espantosa casa de pisos forrada de mármol que se está construyendo Florentino Pérez (que quiere urbanizar todas las playas vírgenes de Cadiz), para él y su familia en Castellon de la Plana con Pablo Aranda cargándose todo el estilo tradicional y la escala de la zona. Otra, el panteón palaciego con ovni incorporado en la fachada, que se hicieron los Garcia-Obregón en Alberto Alcocer, 21, tras largarse de Carbonero y Sol.
Por eso, la gente con un poco de sensibilidad aprovecha para irse a Paris cuatro o cinco semanas al año (o lo que puedan, si no trabajan) y salir del horror estético en que se está convirtiendo España, cada vez mas antipático, vulgar y chabacano, enladrillado hasta arriba con “mierdas de lujo”, destruyendo todo lo antiguo y donde solo se oye el rugir de los cayennes.