miércoles, 15 de octubre de 2008

Sir Denys Lasdun









Si viviera en Londres en el 26 de St. James Place,
del arquitecto Sir Denys Lasdun;
en Madrid tendría que vivir en una casa de Ruiz de la Prada,
en Lista o en Zurbano.
En Londres los vecinos de la puerta de al lado
son el fantasma de Georgiana Spencer Cavendish,
los jacintos y los junquillos de Green Park;
y Camilla, duquesa de Cornwall.
En Lista, el vecindario es muy vulgar.
Se suele ver a Vicky Beckham y sus matones y sus paparazzi.
Bueno, un poco más arriba está
uno de los casi inexistentes palacios de Madrid.
De las pocas familias ricas que hacían soñar.
El mito del dinero refinado y exquisito.
El dinero suele ser más vulgar.
Ahora viven un director de cine y una diseñadora.
Y enfrente de la puerta está Flash-Flash.
Para Madrid, tampoco se puede pedir mucho más.
Detrás de Zurbano, está el palacio de los primos.
Ya está deshabitado.
La piscina pompeyana se convertirá en un garaje,
los ex-libris de Medinaceli se dispersan,
y Jansen se numera en lotes de una subasta mitológica.
Cerca, en Rubén Darío,
Martín-Artajo hizo el ático más evocador,
visto desde la desde la calle por un transeúnte soñador.
Por lo general, los áticos son invisibles para los transeúntes.
Sólo se ven en los sueños.
En el Times decían que un apartamento en la casa de Lasdun
sería ideal para un matrimonio retirado y downsizers
o el administrador de un hedge fund.
¿Pensarían en Richard S. Fuld?
En la Moraleja demolieron la casa Gómez-Acebo de Moneo.
En Somosaguas la casa Valdecasas de Carvajal
se está convirtiendo en una ruina.
En Serrano, milagrosamente,
la casa de Dominguez Salazar
conserva su verja de 70 centímetros de alto.
Creo que le queda poco tiempo.
Madrid. Fantasía. Miseria.
No hay palacios porque los ricos son miserables.
Se conforman con el barco de 70 metros y un avión.
Si son aspirantes, pasean el cayenne y un vuittón.